Esta ha sido su trayectoria profesional hasta el momento:
Teresa Sapey + Partners cuenta con un equipo fresco, multidisciplinar e internacional con una amplia experiencia trabajando a nivel mundial bajo el lema diseñamos espacios con sentimientos. El equipo está formado por diseñadores urbanos, ingenieros, arquitectos, diseñadores de interiores y diseñadores de productos. Asimismo, cuando es necesario, el estudio se asocia con consultores externos cuidadosamente seleccionados para garantizar proyectos únicos y personales de la más alta calidad.
La identidad del estudio se basa en la investigación y el diseño de forma colaborativa para ofrecer proyectos a medida y experiencias únicas diseñadas para superar todas las expectativas y los requisitos del cliente. Cada proyecto tiene su propia identidad y su propio contexto, se podría decir que desde Teresa Sapey + Partners cada diseño está hecho a medida. El equipo Sapey, al igual que un sastre, corta colores, patrones, texturas, materiales e iluminación para diseñar ropas urbanas y arquitectónicas, impregnadas de vitalidad y funcionalidad dinámica. Desde el estudio se cree firmemente que la atención al detalle es clave y esencial para el éxito de cada proyecto, desde el diseño de un banco o una instalación emergente hasta el diseño de una casa o un hotel.
El estudio es famoso por su versatilidad, el equipo lleva a sus espaldas diseños de proyectos residenciales, comerciales y locales de venta a medida; la reactivación de espacios urbanos
en desuso como pueden ser los aparcamientos, puentes y túneles; y la creación de instalaciones atractivas, temporales y permanentes. Entre sus proyectos hoteleros más destacados se encuentran Room Mate Bruno en Rotterdam, Room Mate Pau en Barcelona, el Nhow de Marseille y Amor De Dios en Madrid.
Permítenos conocerte un poco mejor ...
¿Qué es para ti la arquitectura?
Es como un plato vacío o un folio en blanco donde cada día se puede escribir la historia, a través del espacio y los volúmenes, la vida contemporánea. Hay quien lo hace con la palabra, hay quien lo hace con el pincel, y hay quien lo hace con el espacio. Somos reporteros de la contemporaneidad. Y si quieres ser todavía más contemporáneo, utiliza una Polaroid (jajaja).
La sostenibilidad y la arquitectura están cada vez más unidas… ¿Cómo imaginas la arquitectura del futuro?
Para mí no es que estén unidas, una buena arquitectura ¡siempre ha sido y es sostenible! El hombre se ha preocupado históricamente del entorno, de la naturaleza, hasta el punto que siempre la hemos imitado. Ser km 0 no es algo actual. Mientras en el sur de España se pintaban de blanco las casas por fuera para reducir su temperatura interior, en el norte de Europa se pintaban por dentro para reflejar la escasa luz natural que reciben.
El hombre moderno consume y tira, convirtiendo el mundo en su gran vertedero. Cuando de lo que no nos damos cuenta es que, tirar es cambiar de sitio las cosas para volvérnoslas a encontrar.
Deberíamos de hacer como han hecho siempre en países como Brasil que, de lo descartado, lo usado, hacen nuevos materiales. En esto los africanos y brasileños han sido geniales, ¡genuinos! De residuos han hecho cosas verdaderamente útiles y prácticas. Han sido pioneros en entender que las cosas nacen con un nombre, pero pueden morir con otro.
Al final debemos de poner más atención a la naturaleza porque nos viene de vuelta, es una cuestión de amor propio. La cuidamos, nos cuidamos. Creo que eso hay que terminar de entenderlo.
Por suerte debo decir que se está produciendo un cambio histórico. Hemos pasado de una tendencia en la que la producción masiva predominaba, mientras que ahora hay un retorno a la artesanía, al producto cuidado, local, y manual. La máquina es perfecta pero aburrida. El hombre es imperfecto, pero auténtico.
¿Algún proyecto importante que estés trabajando y que nos puedas desvelar?
Lo siento, los secretos no se pueden desvelar nunca. Porque si no, no serían secretos, pero sí puedo decir que tengo proyectos muy emocionantes, en España y en el extranjero. En todos los campos: hotelero, residencial y efímero.
¿Algún proyecto soñado hecho realidad?
Muchos, afortunadamente. Pero aún tengo alguno pendiente, como diseñar una bodega, que todavía no se ha hecho realidad. Como se suele decir: “vino veritas”.
¿Cuál es el lugar más curioso donde te has inspirado?
Yo me inspiro en cualquier sitio, mi lugar de inspiración es mi cerebro. La inspiración está en todo, en el entorno, en el estado de ánimo. Evidentemente soy sensible a la estética, hay lugares como Pompeya que me abren la mente, son lugares mágicos.
Los sitios que sin duda me atraen más de las ciudades son los mercados y los cementerios. Espacios de vivos y de muertos.
¿Qué te llevo a dedicarte a la arquitectura?
Un amigo de la familia me aconsejo que era mejor ser un arquitecto mediocre que un pintor mediocre, porque yo tenía claro que quería ser artista. Así que me dedique a esta profesión; donde se unen creatividad, profesionalidad, funcionalidad y plasticidad, para el servicio de la sociedad.
Cada proyecto es diferente, al igual que el entorno donde quedará reflejado físicamente. ¿Cómo se unen ambos conceptos? Yo creo en la unidad absoluta del proyecto con dónde está y para quien es. El sitio, junto con la persona que te hace el encargo, hacen cada proyecto único. Hay que estudiar todo lo que el lugar nos ofrece, las vistas, sus luces y sombras, y sin duda, escuchar a la persona que te ha contactado, escuchar qué quiere y descifrar lo que anhela, pero no sabe comunicarte. Estos son los ingredientes mágicos que hacen de un proyecto, un gran proyecto. Yo siempre digo que detrás de un buen proyecto, hay un gran cliente.
