Esta ha sido su trayectoria profesional hasta el momento:
Nacido en Madrid (1975) es Arquitecto por la Escuela de Técnica Superior de Arquitectura de Madrid (1999), ampliando su formación en el ámbito del de la teoría y práctica del proyecto, obteniendo el título de Suficiencia Investigadora en la ETSAM (2006).
Se incorpora en el año 2000 al Estudio Touza Arquitectos, del que actualmente es socio y subdirector de un equipo de más de 50 personas, en su mayoría arquitectos. En estos 20 años de trayectoria ha proyectado y dirigido grandes proyectos de todas las tipologías (residenciales, terciarias, hoteleras, rehabilitación...) liderando junto a Julio Touza Rodríguez (fundador del estudio) el crecimiento y consolidación del estudio Touza Arquitectos como una de las firmas de referencia en el panorama profesional en España.
Desde el Estudio, la Arquitectura que desarrolla representa una apuesta por un «racionalismo social»” con una cierta austeridad en la geometría de sus diseños, potenciada por una utilización minuciosa y cuidada de los materiales y de la luz.
Como responsable del área internacional del estudio, ha trabajado en proyectos en Marruecos, Vietnam, Francia, Arabia Saudí, etc. colaborando directamente con arquitectos e interioristas de la talla de Phillipe Starck, Jean Nouvel, Patrick Jouin, Kilo Architectures, HTT Group, Günter Standke…
Paralelamente a su labor profesional, participa habitualmente en congresos, ponencias y conferencias de arquitectura, y se mantiene vinculado a la docencia como profesor invitado en distintos programas de máster y posgrado de manera continuada (Universidad Rey Juan Carlos, Colegio de Arquitectos, Universidad Francisco de Vitoria, Universidad Politécnica de Madrid, Colegio de Arquitectos de Madrid).
Permítenos conocerte un poco mejor ...
¿Qué es para ti la arquitectura?
A nivel personal, es una forma de vida, no entiendo la arquitectura solo como una profesión o una parte de mi vida, sino algo que me define. Creo que ese apasionamiento (excesivo a veces) nos sucede a muchos arquitectos.
Si me pides una definición arquetípica, aunque hay muchas (y muy buenas) de los grandes maestros, permíteme que me quede con la de mi maestro, que es mi padre:
«la arquitectura es la más noble y útil de las artes, la que configura nuestro mundo, el ambiente mismo en el cual se desarrolla nuestra vida… donde el sentimiento y la razón buscan siempre el acomodo del espacio como fin.»
La sostenibilidad y la arquitectura están cada vez más unidas…
Realmente siempre lo estuvieron; el problema fue que dejaron de estarlo en buena parte del siglo XX donde la fe en las energías fósiles y en las nuevas tecnologías de climatización dejaron de lado la tradición del enfoque de las soluciones pasivas. El estilo internacional se basaba en una isotropía de la arquitectura respecto del entorno y del clima, cuando en la historia de la arquitectura nunca fue así. La sostenibilidad no es más que minimizar los recursos materiales y energéticos, usar los recursos naturales al máximo y eso ya lo hacían los romanos, los árabes… La arquitectura tradicional es toda ella sostenible, en el sentido de que se utilizaba con inteligencia y adecuación al medio de lo que se disponía, de ahí el patio mediterráneo, el uso del agua en la arquitectura árabe, el espesor de los muros, el uso de los materiales cercanos…
Yo diría que no es que estén más unidas, es un reencuentro: gracias a una nueva conciencia social, que es global, desde finales del siglo XX y principios del XXI, estamos buscando los arquitectos, ingenieros, constructores, investigadores, etc el hacer compatible la libertad arquitectónica propia de la modernidad con la responsabilidad de dejar un legado construido de arquitectura que sea respetuosa con el medioambiente, tanto en sus procesos de construcción como en su funcionamiento y consumo de energía.
Con todo ello, a mi modo de ver y dado que la evolución tecnológica es imparable lo más importante son las medidas «pasivas» dado que son las que permanecen: una buena orientación, un diseño adecuado de las fachadas, un uso inteligente de los materiales…
¿Cómo imaginas la arquitectura del futuro?
Puestos a soñar, y gracias a la tecnología, me la imagino interactuando constantemente con nosotros. Vidrios de fachada que se transformen en opacos o translúcidos a voluntad, llegando a hacer innecesarias las cortinas, iluminación y otras funcionalidades que respondan a comandos de voz, nuestros aseos como verdaderos centros de salud que estén detectando día a día nuestros parámetros (temperatura, peso, tensión, etc) y que estén conectadas con bases de datos y aplicaciones médicas… Todas esas tecnologías ya existen, no es ciencia ficción, es una cuestión de costes y de tiempo que todo ello se convierta en un “estándar”
Por otro lado, me imagino también una arquitectura cada vez más industrializada, montada por módulos, mucho más ligera, reduciendo en sus procesos el consumo de energía, los desperdicios… Creo que la industrialización es el futuro de nuestra industria, y nosotros estamos participando activamente en ello.
¿Algún proyecto importante que estés trabajando y que nos puedas desvelar?
Estamos involucrados en muchos proyectos de gran escala, quizás mencionaría en el ámbito residencial las dos torres Skyline, en el norte de Madrid, de 25 plantas cada una y con un total de 600 viviendas entre ambas, sin duda un proyecto transformador para la zona. Otro proyecto residencial emblemático es RiverPark, que también son dos edificios mirando al Manzanares, son los dos únicos con fachada directa al río en la operación Mahou Calderón, justo encima de donde se localizaban los fondos del antiguo estadio. En el ámbito de las oficinas, estamos terminando el edificio Perennius en Pozuelo, uno de los pocos que han obtenido la calificación sostenible Leed Platino, que es la más elevada. Por último, estamos a punto de empezar en Ronda la construcción de un Museo Almazara dedicado al aceite, un edificio diseñado por Philippe Starck y que va a sorprender.
¿Cuál es el lugar más curioso donde te has inspirado?
Siempre viajando. Creo que para un arquitecto no hay mejor inspiración que el viaje, ver las grandes arquitecturas de la antigüedad, las nuevas arquitecturas emergentes, tanto yendo directamente a ver algún edificio concreto como aquellos que no conoces y que te sorprenden paseando por las grandes ciudades. He tenido la suerte de hacer viajes de arquitectura a sitios tan distantes como Tokio, Brasilia, Nueva York, Moscú… y sin duda han sido siempre inspiradores.
¿Algún proyecto soñado hecho realidad?
Son muchos más los soñados sin realizar, pero quizás la Torre Riverside fue la culminación para el estudio del sueño de realizar una torre icónica en Madrid, nuestra ciudad. Para nosotros ha sido un auténtico referente, y nos ha permitido seguir haciendo varios edificios en altura, que es siempre una de las tipologías que todo arquitecto sueña con hacer.
¿Qué te llevo a dedicarte a la arquitectura?
Es evidente que la influencia de mi padre es clave, ni mucho menos por «imposición» (somos cuatro hermanos y yo soy el único que se ha dedicado a la arquitectura) sino más bien por «exposición». Ver a mi padre, su trabajo, sus edificios, vivir por dentro el estudio era una influencia que me atrajo muchísimo en la adolescencia, y una vez me fui aproximando más a todo lo que rodeaba a la arquitectura, lo tuve muy claro. Con visión retrospectiva (son ya casi 30 años desde que tomé esa decisión y 22 de ejercicio profesional) puedo decir que acerté plenamente, disfruto muchísimo con esta profesión.
Cada proyecto es diferente, al igual que el entorno donde quedará reflejado físicamente. ¿Cómo se unen ambos conceptos?
Es que básicamente ese es el reto del arquitecto, por un lado tienes un «programa», unas necesidades, y por otro lado tienes un entorno, que siempre es distinto. La solución a ese punto de partida, siempre cambiando, y dar solución a ambos retos a la vez es lo que hace nuestro trabajo tan atractivo y poco dado a la monotonía. No obstante, como toda disciplina, también tiene sus ortodoxias y «reglas de oro», la arquitectura acumula siglos de ejemplos construidos, y por tanto hay un cuerpo teórico de respuestas tipológicas que siempre ayudan, especialmente en arquitecturas que tienen un gran componente de repetición (viviendas, hoteles, hospitales…). Dicho eso, siempre tratamos de afrontar cada proyecto como algo nuevo, intentando no repetirnos, y en el caso de Touza Arquitectos siempre evitamos tener «caligrafías reconocibles», que la arquitectura (y no el arquitecto) sea la verdadera protagonista.