El estudio Alfaro-Manrique Atelier comparte su enfoque multidisciplinar en arquitectura y diseño contemporáneo, destacando su compromiso con la innovación y la sostenibilidad en una entrevista realizada por la periodista Merche Romero.
Con un carácter marcadamente multidisciplinar (arquitectura, diseño de interiores y de mobiliario, urbanismo, asesoría técnica y gestión integral de proyectos) y con casi 20 años de experiencia, este estudio es hoy todo un referente en hospitality y flexible living. Gema Alfaro Simón y Emili Manrique Diaz lo han hecho posible, dirigiendo un equipo compuesto por arquitectos, diseñadores y técnicos y con el apoyo de colaboradores externos especializados en el cálculo de estructuras e instalaciones. Con la vista siempre puesta en una ejecución impecable, Gema y Emili armonizan el talento profesional, la atención personalizada, el detalle y el respeto al entorno en cada intervención.
A lo largo de vuestra trayectoria, habéis realizado todo tipo de proyectos, aunque vuestra especialidad es el diseño y la consultoría técnica hotelera. ¿Qué proyectos tenéis en marcha en estos momentos?
En estos momentos continuamos teniendo proyectos en el sector hotelero siguiendo y evolucionando las pautas con las que hemos ido trabajando hasta el momento, pero en los dos últimos años hemos empezado a trabajar en proyectos de carácter residencial híbridos con el sector hospitality: una nueva tipología de edificios residenciales llamados flex-living en que las zonas comunes, los espacios de interacción entre las personas amplían considerablemente su superficie y ofrecen oportunidades para el diseño de esos nuevos espacios. Actualmente, hemos finalizado tres proyectos de esta naturaleza en Madrid y estamos diseñando 20 activos en toda la geografía peninsular, entre flexible living, coliving, etc. Realmente, estamos inmersos en todo lo que tiene que ver con las diferentes maneras de habitar, bien sea un día o un año.
¿Cómo se consigue ofrecer al cliente, al usuario, la experiencia que desea desde la arquitectura y el diseño?
La primera premisa es la investigación. En el estudio esta es una de las patas primordiales para identificar las necesidades, los nuevos modos de vida y de relación entre los usuarios que después se formalizan en espacios y narrativas arquitectónicas y de diseño solventes y dependientes del producto al que se pretende llegar. Y la segunda buscar que cada proyecto tenga un alma única y propia, lo que se transforma en vivencias particulares.
Vivimos un momento de cambios y es indudable que estamos en un nuevo escenario a nivel global. ¿Cómo creéis que afecta este hecho al sector hospitality?
El sector hospitality está ampliando sus límites, cada vez más las metodologías características de este sector se están imbricando en la sociedad y en las maneras de habitar la ciudad y de relacionarse en comunidad. La movilidad y lo líquido que caracterizaban al hospitality cada vez están más presentes en el día a día de nuestra sociedad.
Directamente relacionado con el nuevo escenario al que hacíamos alusión se encuentra la sostenibilidad. ¿Qué implica este concepto para Alfaro-Manrique Atelier?
El concepto de sostenibilidad forma parte de la narrativa de nuestros últimos proyectos; una sostenibilidad como manera de estar el individuo en sociedad, de los cuidados hacia uno mismo y hacia el entorno físico y social. Es una búsqueda de un bienestar que deriva en un diseño más emocional sin abandonar el filtro contemporáneo con que afrontamos los proyectos.
Hablando de sostenibilidad, como sabéis, para Matimex este es un valor clave, como también lo es la innovación. Ambos conceptos están modelando los nuevos espacios que habitamos en cualquier momento de la vida. Desde vuestra perspectiva, ¿en qué consiste la innovación y cómo la aplicáis?
En la flexibilidad de los espacios, aplicamos la innovación tanto para los usos presentes como para los venideros. Tratamos de diseñar espacios que se adapten a múltiples necesidades en el presente pero que pervivan independientemente del uso que tengan en cada momento. La identidad de las personas, sus maneras de apropiarse del espacio cada vez son más heterogéneas. Saber dialogar con ellas mediante el diseño es el reto hacia el que debe atender la innovación.
No podemos escapar del poder de la globalización, pero podemos buscar alternativas y aliados para diferenciarnos en algún aspecto. ¿Cómo definiríais vuestra relación profesional con Matimex?
La globalización puede ser una fuente de riqueza, la problemática surge cuando se vincula con lo genérico, con lo que no tiene identidad. Creemos firmemente que esa es la función del diseño: elaborar constantemente una narrativa cercana a las personas, a la cultura, a la identidad del lugar. Para ello, la piel, los revestimientos de esos espacios diseñados son herramienta y lenguaje primordial para comunicarse, y las empresas que son referencia y punteras en soluciones, con gran cuidado estético, como es el caso de Matimex, son imprescindibles.
Entre las nuevas tecnologías que están irrumpiendo en este nuevo orden mundial, la inteligencia artificial ha emergido como, según dicen algunas voces, la mayor revolución en la historia de la humanidad. Su repercusión va a ser extraordinaria en muchos ámbitos profesionales. ¿Qué opinión os merece esto? ¿Utilizáis ya la inteligencia artificial o tenéis intención de aplicarla a vuestro trabajo como arquitectos y diseñadores?
Absolutamente, tenemos intención y lo hacemos. Creemos que es una nueva herramienta para el diseñador que, en cierta manera, agudiza y optimiza las posibilidades de trabajar en profundidad. La inteligencia artificial ofrece y el diseñador dispone de más recursos para profundizar conceptualmente en el proyecto que desarrolla. Le temíamos más a las imágenes dispersas que a la inteligencia artificial. Es un camino que se abre que puede ser muy interesante para analizar y redefinir la función del diseñador.
Al comenzar esta entrevista hemos hablado de los proyectos que tenéis en marcha. Vayamos ahora del aquí y el ahora al pasado. De entre todos los proyectos ejecutados en estas dos décadas, ¿cuál sería el más destacado en vuestra opinión? ¿Existe alguno por el que sintáis un especial cariño?
No sabríamos decir un proyecto en particular, pero sí un hecho, que es haber podido trasladar la vocación por aplicar el diseño en el sector hospitality de carácter urbano al carácter vacacional. Por otra parte, como hecho innovador, nos parecen destacables los últimos proyectos en que nuestro conocimiento del sector hotelero se diluye en la cotidianeidad del residencial en las nuevas formas de vida.
Y, si hablamos de futuro, ¿Con qué proyecto soñáis?
Nos parecería interesante trabajar en proyectos de carácter hospitality con un grado muy alto de flexibilidad, con usos híbridos que potencien extremadamente la relación entre las personas y su privacidad, que puedan ocupar y desocupar el territorio cíclicamente. Vemos una alta carga de sostenibilidad en propuestas de este tipo tanto en su vinculación con el territorio como con la sociedad.
