El jurado compuesto por Berta Ferrer, arquitecta, escritora y diseñadora gráfica; Julio Gómez-Perretta, arquitecto y escritor; y Juan-Luis Grafulla, consejero y director general de Matimex ha deliberado que los siguientes microrrelatos sean los merecedores de ser premiados.
El primer premio es para:
Mª Pilar Bueno Heredia, autora de:
‹‹Me admira tu gran temple y tu fuerza. Lo lograste, venciste esas lágrimas que casi consiguen decolorar el rubor de tus mejillas y por poco deslavan también la miel de tus ojos.
Sobreviviste a los días inmóviles y a las noches inestables. Llegaste incluso a perder el norte, te desvaneciste un tiempo. Olvidaste hasta el roce de la primavera en tu piel...
Pero ahora te miro y pareces distinta, más tangible, te siento hasta en la pureza del aire. Tu contorno vuelve a perfilarse para balancearse con el dulce movimiento del viento que mueve tus días. El rojo pinta de nuevo los campos así como tus labios, que me han prometido no desentonar nunca más con el color de la vida››.
Además, tal y como está escrito en las bases, el jurado ha designado dos finalistas:
El primero es Xevi Arnau Paltor, por el microrrelato:
‹‹ Vaciada.
Nos encantaba jugar en la plaza de la iglesia. Era amplia, con un empedrado nivelado y liso. Una portería era la persiana del almacén de la ferretería y la otra se dibujaba con tiza en las llagas y tendeles de los sacros sillares del transepto.
Casi siempre acababa saliendo el cura o el ferretero a echarnos, pero no nos quitaban lo bailado ni las ganas de volver la tarde siguiente.
Volví ayer, demasiados años después, añorando la pureza del aire. La plaza estaba escalofriantemente tranquila. El empedrado sigue allí, como todo lo bien construido. La ferretería es ahora un edificio abandonado.
En un pequeño cartel en la fachada de la iglesia se lee: SE RUEGA JUGAR A LA PELOTA››.
El segundo finalista es Raúl Álvarez Rodríguez, autor de:
‹‹Me despertaron los gritos. Tras ellos, sentí la presión por todo mi cuerpo y los temblores me sacudieron. Todo mi mundo se estaba desvaneciendo. No recuerdo bien cuando empecé a tener consciencia de mi situación. Cada vez me notaba más aprisionado. Intentaba moverme al oír que me llamaban. Me giré sobre mí mismo y lo primero que pude liberar fue la cabeza, tras ella, sacaron los brazos, y al poco tiempo, todo mi cuerpo estaba fuera. Primero, sentí frio e, instintivamente, hice algo que, hasta ese momento, nunca había hecho… respiré. Sentí la pureza del aire bañando mis recién estrenados pulmones. Una bocanada de fuego a la que me acostumbré rápido. Nacer, respirar y llorar fue el comienzo de todo››.
Matimex recompensa el ingenio y la creatividad de los tres mejores relatos con una selección de novelas, escritas o seleccionadas por los miembros del jurado, y material de escritura.
Juan-Luis Grafulla destaca su enorme satisfacción por la alta participación y la dificultad de elegir entre todos los presentados, muchos se han quedado a las puertas de ser seleccionados. «Estamos muy contentos con el resultado. Aprovecho para felicitar a los autores de todos los microrrelatos presentados por su calidad literaria. También me gustaría dar las gracias a los miembros del jurado por su colaboración››
Desde Matimex queremos felicitar a todos los participantes.