HOY ENTREVISTAMOS A ADELA SAINZ DE VICUÑA

Esta ha sido su trayectoria profesional hasta el momento:

Adela Sainz de Vicuña Cabeza, arquitecto por la ETSAM en 2009.  Tras hacer un internship en el estudio KMD de San Francisco, California, ha trabajado como arquitecto junior en el estudio de arquitectura L35 de Madrid, donde participó en proyectos de retail, de oficinas y residenciales.

Durante 5 años ha vivido en Zúrich (2011 a 2016), ciudad en la que inició su trabajo en relación con la arquitectura de interiores, tanto hotelera como residencial, colaborando como arquitecta con el equipo de decoración de la firma Frédéric d’Haufayt, responsable de la remodelación del hotel Baur au Lac. A partir de 2013 trabajó en Barbara Gschwend Architektur Innenarchitektur, estudio de arquitectura suizo‐alemán, en proyectos residenciales y corporativos. Desde 2016 trabaja en BSV Arquitectos en Madrid colaborando en obras tanto en Madrid y como en Málaga.

Permítenos conocerte un poco mejor ...

¿Qué es para ti la arquitectura?
La Arquitectura para mí es el dialogo entre la necesidad concreta de crear un refugio, un continente, y la respuesta conceptual y estética que ofrece una solución basada en la proporción, el espacio, la relación entre llenos y vacíos… Me sigue impresionando que, al final del proceso, queda un edificio en el que las personas viven, trabajan, se relacionan… Qué suerte y qué responsabilidad tener una profesión tan bonita y que puede influir tanto en la vida de la gente.

La sostenibilidad y la arquitectura están cada vez más unidas…
La sostenibilidad tiene múltiples y variadas maneras de aplicarse en la Arquitectura. Algunas de esas aplicaciones están indisolublemente unidas a los orígenes de la Arquitectura, se construye para protegerse del exterior, por lo que la propia construcción debe ser eficiente. En la arquitectura tradicional vemos muchos ejemplos de ello, con los materiales y las técnicas autóctonos de cada zona, de los que aún tenemos mucho que aprender. Hoy en día contamos además con desarrollos tecnológicos que potencian aislamientos, sistemas constructivos, y materiales, por citar algunos ejemplos.

Otra aplicación, que a mí me interesa especialmente, es la sostenibilidad en el diseño, en los espacios, en la propia distribución, factores que favorecen el buen funcionamiento de los edificios. Elementos básicos en el diseño de un edificio como son los patios, la ventilación cruzada, la orientación, la iluminación natural, etc., tienen una importancia capital tanto a nivel estético como de confort.

Actualmente también se tienen en cuenta de forma creciente otros aspectos que hacen que la arquitectura sea más sostenible: las energías renovables, los materiales poco contaminantes o los materiales “de cercanía” que eviten transportes contaminantes a lo largo y ancho del mundo… La suma de todos estos elementos nos permite hacer cada vez mejor Arquitectura, de calidad y sostenible, en mi opinión aspectos estrechamente conectados.

¿Cómo imaginas la arquitectura del futuro?
Me la imagino muy humana, muy en contacto con las personas y con el entorno. Los grandes rascacielos y los centros urbanos seguirán existiendo, pero creo que integraremos la naturaleza en estos espacios, haciéndolos más cercanos y respetuosos. Además, las nuevas tecnologías cambiarán nuestra manera de vivir y de desplazarnos, así como nuestra manera de construir, lo que abre infinidad de posibilidades en cuanto a qué será realmente la ciudad del futuro, y por tanto su arquitectura y urbanismo.

¿Algún proyecto importante que estés trabajando y que nos puedas desvelar?
Pues ahora mismo estamos trabajando en varios proyectos muy ilusionantes. Algunos de ellos están relacionados con darle una nueva vida a edificios existentes, de gran valor arquitectónico, y que vamos a poder recuperar y rehabilitar. En estos proyectos es un reto poner en valor el edificio existente, conservando su valor y su esencia, y al mismo tiempo hacer una intervención actual y que permita el nuevo uso hotelero, residencial o comercial que se le quiera dar. También estamos trabajando en la reforma y actualización de centros comerciales, adaptándolos a las nuevas tendencias comerciales y de ocio.

¿Cuál es el lugar más curioso donde te has inspirado?
Cuando se está trabajando en un proyecto, cualquier cosa puede ser fuente de inspiración. Desde muestras de materiales esparcidas encima de una mesa, a una imagen de una película. Y aunque suene tópico, la Arquitectura Clásica y la Naturaleza son siempre fuente de inspiración.

¿Algún proyecto soñado hecho realidad?
Aunque he tenido la suerte de trabajar en muchos proyectos muy interesantes, creo que el proyecto soñado todavía no ha llegado.

¿Qué te llevó a dedicarte a la arquitectura?
Soy hija de un arquitecto y una historiadora del arte, y vengo de una familia de arquitectos, por lo que la Arquitectura siempre ha formado parte de mi vida. Siempre me han gustado mucho la historia, el arte y la literatura, pero también la física y las matemáticas. La arquitectura es de manera natural el espacio en el que puedo aunar todos esos campos, seguir aprendiendo y desarrollando estas inquietudes.

Cada proyecto es diferente, al igual que el entorno donde quedará reflejado físicamente. ¿Cómo se unen ambos conceptos?
Uno de los mayores encantos de la arquitectura es que partiendo de un concepto, de una idea, hay que llegar a materializar lo que se proyecta, hay que ir desde lo abstracto hasta lo concreto, convertir el proyecto en edificio. Por tanto, las soluciones constructivas y los materiales están absolutamente ligados con el diseño y la abstracción. Un edificio tiene que funcionar, y responder a su función formal, pero también a su función física. No caerse, por supuesto, pero también estar bien ventilado, bien iluminado, que sus instalaciones respondan a las necesidades de sus usuarios… El reto es traducir la línea del lápiz en “ladrillo“.